viernes, 7 de enero de 2011

Increíble lo que puede hacer una persona por uno


Lo que parecía ser un simple conocido en mi vida, se convirtió en alguien que me sacó de esa tristeza que tenía; me salió en verso y sin mucho esfuerzo como dicen coloquialmente... El día que se apareció me di cuenta de que mi filosofía era cierta: cuando uno espera las cosas no llegan, pero si estás fresco y sin esperar nada seguramente algo se aparece... y así fue que pasó.

Días antes le había comentado a mi mamá que estaba aburrida en casa sin tener con quién salir...al día siguiente me encuentro a la persona en cuestión quién me llama por mi segundo nombre: "Angela", "sí", le respondí, "Mucho gusto..., puedes darme tu número de cel?, "Claro, no hay problema", dije. La verdad pensé que esa iba a ser la última vez que iba a encontrarmelo así; temblaba al pedirme mi número de teléfono. "Tan bello", pensé; "se atrevió a hablarme; años viendome pasar por la casa y nunca ni una palabra, ni un saludo ni nada".

Pero bueno, esa misma noche llegó a mi casa y hablamos hasta tarde. Me encantó conocerlo la verdad; me sacó de ese aburrimiento tan profundo y pasó lo que tanto anhelaba: tener otra vez a alguien que me hiciera soñar, que hiciera que brillaran mis ojos y que llegara a mí esa ilusión extraña que algunos llaman "Mariposas en el estómago".

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